Nunca pensé que incluiría una etiqueta de "políticos" en el blog; Albert Rivera, el fachilla este de Citadans, tiene un pase y también lo tenía Clinton, pero desde los tiempos de Adolfo Suárez no veía a un político realmente guapo hasta que recientemente descubrí al jovencísimo nuevo primer ministro italiano. Y es que siempre he dicho que, ya que los políticos en realidad no dan golpe y se dedican a ir de sarao en sarao y reunión en reunión soltando discursos que les han escrito sobre temas de los que no tienen ni idea, pues que menos que pedirles que sean guapos. Los florentinos llegaron a la misma conclusión que yo y en 2009 eligieron como alcalde a su vecino Matteo Renzi. Yo también le habría votado:
Su programa electoral no se limita a la sonrisa; los pantalones ceñidos marcando muslo que suele llevar me parecen un argumento decisivo para su ascenso a lo más alto de la política transalpina. Por no hablar de lo que se intuye en un hermoso plano detalle cuando va en bicicleta vestido de traje:
Matteo ha dado un paso importante a la hora de hacer la política más atractiva, pero le queda el siguiente; el problema de los políticos es que todas sus fotos son muy pacatas, y eso a veces es de agradecer teniendo en cuenta lo que hay por ahí, pero desde luego no en su caso. Dentro de esa limitación, el muchacho por lo menos nos permite verle en bañador y en pantalón corto haciendo deporte.
Mira que me lo he currado pero no he conseguido ninguna instantánea de Matteo agachado ni de espaldas. Estas son las únicas que permiten barruntar que no debe tener mal culo:
Por último, este hombre ha prometido dar algún reconocimiento legal a las parejas gay en su país. Por supuesto, no un matrimonio, que estamos hablando de Italia, pero parece que por ahora es lo más a lo que pueden aspirar por allí. En fin, que le mando un abrazo al amigo Matteo, aunque el mío iba a ser un poco menos casto que este: