¿Os pasa también lo de tener placeres culpables, tíos que no os deberían gustar pero la carne es débil? Yo tengo unos cuantos, incluso algunos demasiado inconfesables para hablar de ellos aquí. El canto del loco es un perfecto ejemplo de la música que abomino y sus letras evidencian que sus autores provienen del fracaso escolar de la periferia sur de Madrid, pero que le vamos a hacer, reconozco que no le haría ningún favor a Dave Grohl ni a Martin Gore, por mucho que me gusten sus canciones, mientras que a Dani Martín sí le pondría un piso, o mejor, lo metería en el mío, que es pequeñito y eso favorece el roce.
Vamos, que no se trata de criticar al chico sino todo lo contrario, el mundo sería un lugar peor sin él. Y tiene las suficientes luces para ser consciente de que el físico es su mejor baza (como me he propuesto ser bueno no digo la única) y no regatea en utilizarla:
De hecho todo el grupo se sacaron fotos desnuditos para su disco Personas. Lo cierto es que los tres están muy bien, pero han comprendido una regla fundamental de la música pop, que es que el cantante debe ser el más buenorro del grupo:
Otro punto a favor de Dani es que es muy cariñoso y no tiene reparo en besarse en la boca con tíos, o al menos con su compañero David Otero. Ya tengo una razón para ir a sus conciertos:
El chico ha hecho sus pinitos como actor también. Consciente de donde radica su auténtico talento, de nuevo no tuvo reparos en desnudarse en la serie Cuenta atrás:
Y Almodóvar, que de tonto no tiene nada, recurrió a Dani en Los abrazos rotos y le dio un papelillo de amante eventual, o tal vez de chapero, de unos pocos segundos, pero suficientes para sacarlo sin camiseta. Tú sí que sabes, Pedro:
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